" Ide por todo o mundo e pregai o evangelho
          Marcos 16:15
Jesuseapalavra.com
Copyright©Todos os Direitos Reservados 2007-2018 Jesuseapalavra.com
Marcos 16:15
“¡LEVÁNTATE, DIOS!”

Lee el Salmo 82 ( CB ) . ¿Cuál es el mensaje para nosotros?

A pesar del orden y las reglas sociales dados por Dios, la nación israelita, en varias ocasiones en su historia, no cumplió con este plan. Fácilmente llegaron a ser como las naciones que los rodeaban, viviendo según un patrón de injusticia y opresión. Los dirigentes y los jueces solo se preocupaban por sí mismos, y su favor podía comprarse con sobornos. Sin tribunales que los protegieran, el común del pueblo, y especialmente los pobres, estaban sujetos a explotación.
El Salmo 82 es una respuesta a esa situación. Describe el papel de Dios como Juez Supremo y muestra una escena en la que él juzga a los dirigentes e incluso a los jueces del pueblo. Este salmo enfatiza que quienes desempeñan esos roles en la sociedad “son designados como jueces bajo su dirección” (PR 146). Ocupan su cargo y desempeñan su trabajo como representantes y subordinados de Dios. Según el salmista, la justicia de Dios es un modelo de cómo debería funcionar la justicia terrenal, y también proporciona el criterio con el que luego se juzgarán esa justicia y a los que la dispensan.
Este salmo concluye con un llamado específico a que Dios actúe (vers. 8) para intervenir y detener la injusticia que prevalece en la nación. Como muchos de los salmos, este le da voz a los que no tienen voz, a los oprimidos cuyas voces han sido silenciadas por los sistemas injustos en los que viven y trabajan.
El Salmo 82 hace un llamado a Dios en su función de Juez Supremo y Gobernante Soberano del universo y de todas las naciones. No existe un tribunal o autoridad superiores ante los que se pueda presentar esa apelación. La seguridad viene de que, aun cuando los tribunales terrenales no escuchan ni hacen valer el clamor de los pobres y los oprimidos, como suele ocurrir, todavía hay una oportunidad innegable de pedir ayuda.
En diferentes momentos de nuestra vida, podemos ser víctimas de la injusticia; pero, en otras ocasiones, podemos ser los que cometemos una injusticia o nos beneficiamos de ella. En pasajes como el Salmo 82, podemos encontrar discernimiento y sabiduría, seamos oprimidos u opresores. A Dios también le preocupan los jueces injustos: los describe como sus hijos y quiere que escojan vivir mejor (ver vers. 6). Por lo tanto, hay esperanza incluso para los que están del lado de la opresión, si desean cambiar.
Lunes
Lección de Escuela Sabática